Las carillas dentales, ¿Qué son, para qué se usan y qué tipos hay?

Las carillas son uno de los tratamientos más solicitados dentro del campo de la odontología estética. Los resultados que conseguimos a través de ellas son en la mayoría de casos muy satisfactorios y permiten mejorar notoriamente la estética de los dientes. A continuación te contaremos todo lo que necesitas saber sobre ellas.

¿Qué son?

Las carillas dentales se podrían definir como láminas de diferentes materiales que se colocan sobre la cara visible de los dientes por diversas razones, siendo en su mayoría estéticas. Es un tratamiento conservador, queriendo esto decir que uno de sus objetivos principales es mantener y proteger los dientes a la vez que intenta conseguir los resultados deseados.

¿En qué casos se recomiendan?

Los casos en los que se recomienda el uso de carillas dentales son los siguientes:

Cuando tienes los dientes descoloridos. Generalmente, esto es causado por tinción de tetraciclina, fluorosis, amelogénesis imperfecta, edad u otros.
Si tienes algún diente o dientes fracturados o desgastados.
En aquellos casos en los que la morfología dental es anormal o te gustaría cambiarla de forma sutil, como malposiciones menores. Es decir, los casos de apiñamiento severo o que requieran de movimientos importantes en los dientes no se pueden corregir con carillas.
Reparación de carillas de coronas y puentes (esto es cuando tienes implantes o te han colocado una prótesis dental y no te gusta como ha quedado la parte que reemplazaría al diente).
Este tratamiento es muy recomendable cuando una de tus grandes preocupaciones son tus dientes anteriores, es decir, los de adelante que son los que vemos todos.

Como puedes ver la función de las carillas es en su mayor parte estética, por lo que si tienes un problema dental funcional, las carillas no son la solución. Pero es cierto que quedarás con una sonrisa bonita y duradera. Varios estudios señalan que las carillas tienen una tasa de duración del 91% en un período de 20 años.

No obstante, aunque las carillas son un tratamiento muy recomendado y que destacan por sus buenos resultados estéticos, no son para todo el mundo. Si sufres algunas de las siguientes condiciones, es probable que no las carillas no sean el tratamiento adecuado para ti:

Pacientes con hábitos parafuncionales como el bruxismo.
Si tienes una mala higiene oral.
Cuando no tienes suficiente esmalte.

Es importante que cuando vayas al dentista a consultar este tratamiento, le comentes cualquier duda que puedas tener, de esta forma él podrá decirte si es apropiado o no para ti.

¿Qué tipos de carillas hay?

Actualmente, existe una gama de materiales para restaurar las complicaciones estéticas mediante el recubrimiento de los dientes. A continuación, os introduciremos a los más utilizados:

Porcelana

Este material presenta varias ventajas:

Es un material que se caracteriza por ser muy fino, casi translúcido, lo que nos permite conseguir unos resultados muy naturales.
Generalmente, la reparación que se debe llevar a cabo es muy leve y, por tanto, conserva muy bien el esmalte (la capa externa del diente).
Otra de las grandes ventajas de la porcelana es que el complejo formado entre la porcelana, el composite que se utiliza para cementarla al diente y el esmalte tiene una fuerza de adhesión bastante alta. Esto permite que su duración sea mayor.

Composite

Con respecto a este material debemos tener en cuenta que no es tan resistente como la porcelana y, por tanto, su duración es menor. Uno de los aspectos que hacen más atractivo el uso del composite es que puede colocarse directamente, por lo que es más rápida su colocación y los resultados obtenidos estéticamente también son satisfactorios. Sin embargo, es cierto que tienen una mayor tendencia a decolorarse y desgastarse en comparación con las de porcelana.

Este tipo de carillas no requiere de preparaciones complicadas y por lo tanto el esmalte no sufre ningún daño y se conserva en buen estado, facilitando una buena adhesión.

Ventajas y desventajas

Primero, comenzaremos con las ventajas de la carillas:

Son una manera de mejorar notablemente tu sonrisa, especialmente si tus dientes están desgastados, muy descoloridos, no pueden y no quieres que sean blanqueados o no tienen una forma bonita.
El tratamiento se puede llevar a cabo en sólo dos visitas, el color cambia fácilmente y la porcelana tiene el aspecto real de los dientes y no se mancha de la misma forma que los dientes.
Como te hemos dicho antes, aunque es un tratamiento estético, las carillas protegen los dientes y hacen que sean más fuertes.

¿Desventajas? Pocas, pero las hay.

Requieren de cuidado. Evidentemente, aunque no tengas carillas debes asistir al menos una vez al año; pero si optas por invertir en carillas y quieres que se mantengan en su sitio el mayor tiempo posible debe acudir con regularidad y además, especialmente en el caso de carillas de composite te recomendamos que no abuses de alimentos y bebidas que puedan manchar los dientes.

Son un tratamiento más costoso. El blanqueamiento es una alternativa más económica. Si la razón por la que acudes a un blanqueamiento es para tener tus dientes blancos para un evento puntual, has elegido bien. Pero si lo que buscas son resultados duraderos y a largo plazo, deberías plantearte la colocación de carillas.

Generalmente son irreversibles, ya que muchas veces hay que dar forma a los dientes para colocarlas.

Satisfacción del paciente

Generalmente, la satisfacción de los resultados estéticos es un tanto compleja ya que es en todos los casos subjetiva. Sin embargo, algunos aspectos pueden influir dentro de la opinión de cada persona, entre ellos la durabilidad del resultado estético final, el tiempo que se tarda el tratamiento (que suele depender del material que se utilice) y el coste.

Debemos mencionar que el material con mayor aceptación y con los mejores resultados es la porcelana. Los pacientes a los que se les ponen carillas de este material suelen obtener una mayor satisfacción del tratamiento. Pero esto no quiere decir que en otros materiales el resultado no vaya a ser satisfactorio. Influyen otros factores como la higiene dental que tengas y el tipo de alimentos que consumas normalmente.

Si estás interesado en este tratamiento o deseas recibir más información no dudes en contactarnos.