A todos nos encanta ver una sonrisa blanca y que deslumbre. De alguna forma, cuando otra persona nos sonríe nos dan ganas de devolverle el gesto. Es casi como si nos transmitiese su alegría. Además, una buena sonrisa siempre nos vuelve más atractivos.
Dicho esto, el blanco de los dientes no es un signo de buena salud dental. Así que sí, es más estética que cualquier cosa. Pero nadie dijo que fuera malo quererse ver más guapo. Es por eso que os queremos dar unos consejos y recomendaciones que pueden ayudar a conseguir una sonrisa más blanca. Eso sí, no esperéis resultados de blanqueamiento, si el objetivo es conseguir una sonrisa muy blanca lo más probable es que haya que recurrir a un tratamiento dental. No obstante, sí puede ayudar a mejorar el color de tus dientes de forma natural o, por lo menos, evitar que se amarillen aún más.
En CDP nos encanta basarnos en la ciencia. Así que estas recomendaciones las basamos en un estudio publicado por el Journal of Oral Biosciences. En él, señalan que las causas principales por la que se produce la decoloración de los dientes son por bebidas como el café, el té, bebidas que contienen colorantes u otras sustancias químicas, ciertos antibióticos como la tetraciclina o ciertos alimentos. Los componentes de estas sustancias pueden afectar una de las capas externas de los dientes, también encargada de otorgar el color. A esta capa se le denomina esmalte. Otro factor que afecta negativamente al esmalte es el hábito de fumar, ejerciendo una actividad similar a la anterior. Junto con esto, el paso de los años también hace que la materia que se acumula en los dientes los erosiene, exponiendo la capa que se encuentra a cotinuación del esmalte, llamada dentina y que se caracteriza por tener un tono amarillo.
Brevemente, la causa principal que da lugar a que nuestros dientes se vuelvan amarillos es el ambiente ácido en nuestra boca. La acidez bucal crónica no sólo debilita el esmalte, sino que también permite la entrada de sustancias tóxicas y puede dar lugar a la destrucción del esmalte. Por lo que para tener una buena salud bucal y unos dientes más sanos y blancos te damos las siguientes recomendaciones:
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Cepíllate los dientes de 2-3 veces al día, mejor si lo haces después de cada comida y no abuses de dentífricos que tengan hydrogen peroxide and carbamide peroxide, ya que son agentes químicos que generan un ambiente ácido y promueven la erosión del esmalte a través de procesos oxidativos.
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Usa el hilo dental. Esta es una práctica poco habitual, pero casi que es más imprescindible que cepillarse los dientes, después de todo el hilo dental permite limpiar zonas donde tiende a acumularse mucha suciedad.
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La dieta. Esta es probablemente la más difícil de todas, ya que es necesario cambiar los hábitos alimenticios que tenemos. Debes reducir el consumo de azúcares procesados y aumentar el de frutas y verduras. Hay alimentos que fortalecen el esmalte y evitan que continúe destruyéndose. Te recomendamos algunos como:
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Piña
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Papaya
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Fresas
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Manzanas
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Ahora bien, si quieres unos resultados notables probablemente sea necesario realizar un blanqueamiento dental o colocar carillas dentales. El primero es un tratamiento muy sencillo que rápidamente se puede llevar a cabo en la clínica dental, sin embargo, es importante no abusar de su uso, ya que es un tratamiento que puede afectar la estructura orgánica del esmalte. Por su parte, las carillas dentales se colocan sobre los dientes, así cumple con dos funciones: una estética, puedes cambiar el color y tamaño de tus dientes; y otra protectora, al colocarse sobre los dientes los protegen de la exposición constante a agentes externos.
Finalmente, recuerda que te hagas un tratamiento u otro es fundamental que tengas buenos hábitos de higiene dental. Si no cuidas de tus dientes, inevitablemente se van a amarillear y muy probablemente sufrirás otras dolencias que afecten a tu salud general.