Puede darse el caso de que quieras colocarte implantes, vayas al dentista y te digan que no tienes suficiente hueso para llevar a cabo el tratamiento. Dependiendo de qué clínica visites te dirán que hay solución o no. Hay muchos factores que inciden en la respuesta que te dé tu dentista, como su preparación, su experiencia y sus capacidades.
En CDP, tenemos la solución a tu problema y desde ya te decimos que no importa lo complejo que parezca podemos llevar a cabo tu tratamiento. Según la falta de hueso que tengas, tu estado de salud u otros factores que pueden influir, será más fácil o más complejo. Pero, hay soluciones.
Pérdida de hueso, ¿Qué lo ha producido?
La primera pregunta qué probablemente te hagas es por qué se ha producido esa pérdida, qué ha podido pasar para que pierdas hueso. No existe una única razón por la que se produzca esta carencia ósea y, la mayoría de las veces, se genera por la combinación de diferentes factores. Aunque también es cierto que puedes estar padeciendo alguna enfermedad o carencia que incremente la velocidad a la que pierdes hueso. La razones más frecuentes son las siguientes:
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Pérdida natural de algún diente. Algo que probablemente no sabías, pero que es muy interesante e importante, es que las raíces de los dientes son las que soportan el hueso, ya que la función principal de éste es mantener el diente anclado y en posición. El cuerpo interpreta que si ya no hay diente, entonces su función ha terminado y empieza a producirse lo que llamamos reabsorción ósea, es decir, comienzas a perder hueso. Esto, además, puede provocar el movimiento de los dientes para ocupar la zona donde ya no está el diente que se ha caído.
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Trauma o herida de la mandíbula. Cualquier golpe o trauma en la mandíbula puede derivar en pérdida ósea, muchas veces esto ocurre meses después e incluso años después del golpe. Puede suceder por un accidente de coche o un golpe resultante de la práctica de algún deporte.
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Enfermedades de las encías, como la periodontitis. Esto sucede porque estas enfermedades tienen impacto sobre los ligamentos que mantienen los dientes en su posición. Ya hemos mencionado antes lo que puede suceder cuando se pierden dientes.
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Osteoporosis. La capacidad natural del cuerpo de reemplazar continuamente el tejido óseo se ve afectada, por lo que no es capaz de generar hueso nuevo. Aunque de forma general tiende a afectar a la columna vertebral y a la cadera, también se ha vinculado la pérdida ósea dental a esta afección.
¿Qué implica la pérdida de hueso?
La pérdida de hueso se va produciendo progresivamente, por lo que los efectos irán desarrollándose con el paso del tiempo. Algunas de las consecuencias derivadas son las siguientes:
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Cambios en la mordida y en la morfología facial.
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Molestias cuando masticas.
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Se produce el desplazamiento o aflojamiento de los dientes.
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Dolor de cabeza, dolor facial o de la mandíbula.
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Dificultad para hablar.
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Si se utiliza dentadura postiza, cambios en el ajuste y la comodidad de los dientes de repuesto.
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Empiezan a aparecer arrugas alrededor de la boca y se produce el hundimiento hacia dentro de los labios. Una de las consecuencias más notorias es a nivel estético, ya que la falta de hueso en la mandíbula puede provocar un colapso facial. La boca parece caer hacia atrás en la cara, la barbilla se vuelve más puntiaguda y los músculos faciales se debilitan. Todo esto hace que la persona parezca más mayor de lo que realmente es.
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Cuando la pérdida ósea es grande y has perdido muchos dientes, es común sufrir de problemas digestivos y nutricionales. Por una lado, al no masticar adecuadamente tu estómago debe realizar más trabajo para descomponer los alimentos en componentes más pequeños y esto puede producir complicaciones del sistema digestivo. Por otro lado, es muy probable que tu cuerpo no esté recibiendo los nutrientes adecuados ante la falta de absorción de varias moléculas importantes para la salud.
Soluciones para la falta de hueso
La odontología es uno de los campos más desarrollados dentro de las ciencias de la salud. A partir de la mitad del siglo pasado, se han desarrollado varios tratamientos que permiten mejorar los resultados de los tratamientos dentales. Uno de ellos es la llamada regeneración ósea guiada. Esta consiste en coordinar una serie de eventos que ocurren en el cuerpo humano para que se forme la cantidad de hueso necesaria con el propósito de colocar implantes.
En CDP trabajamos con las últimas tecnologías, por lo que podemos ofrecerte algunos de los tratamientos más innovadores del sector. Dependiendo de cada caso, ofrecemos soluciones diferentes.
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Injerto de hueso. En este caso añadimos hueso artificial en el área donde existe la falta de hueso. Este tratamiento es probablemente el más utilizado en el sector.
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Barreras oclusivas. Este es un sistema desarrollado por la empresa Osteophoenix. Básicamente, se consigue la regeneración ósea a partir de la misma sangre del paciente, junto con un dispositivo que se fabrica a medida del paciente utilizando tecnología 3D. Dos de las grandes ventajas de este sistema es la total personalización de tratamiento y por otro lado, la planificación que se lleva a cabo previamente a la cirugía.
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Elevación de seno maxilar. En estos casos, normalmente podemos colocar los implantes al mismo tiempo que llevamos a cabo la regeneración ósea. Este caso es el que hemos visto en la imagen anterior.
Si crees que puedes estar necesitando este tratamiento, no esperes a que tu problema sea mayor. La reabsorción ósea no es un proceso que se dé de un día para otro, pero si lo pospones constantemente es probable que tu problema sólo vaya en aumento en detrimento de tu salud.