Como paciente debes ser tratado con respeto y consideración. Además, tu comodidad es de suma importancia para nosotros y por ello, hacemos todo lo posible para asegurarnos de que te sientas cómodo mientras trabajamos en tu sonrisa.
Los tratamientos dentales no tienen porqué ser dolorosos.
Con la tecnología con la que contamos ahora mismo la odontología no debe ser dolorosa.
La anestesia está disponible para todos los procedimientos dentales, y aunque esto no garantiza que no vayas a sentir ningún dolor en absoluto, que estarás relajado o que no tendrás molestias durante el tratamiento; sí que es cierto que no tienes porque pasar todos estos síntomas cada vez que acudes al dentista.
Es más, la mayoría de la gente encuentra que sus experiencias son rápidas y fáciles, incluso cuando hablamos de los tratamientos más complejos.
Los tratamientos dentales se llevan mejor cuando se utiliza la tecnología adecuada
Como puedes ver, los tratamientos dentales no tienen por qué ser una experiencia dolorosa. Con el equipo y las técnicas adecuadas, tu dentista puede asegurarse de que sientas las mínimas molestias posibles.
Esto es especialmente cierto para aquellos que tienen dientes o encías sensibles, ya que pueden ser más propensos a la infección si hay algún sangrado durante un procedimiento. De hecho, muchos dentistas utilizan anestesia local para que los pacientes no sientan dolor alguno durante la intervención.
La anestesia está disponible para todos los tratamientos dentales.
No tienes porqué tener miedo al dentista. Si tienes miedo a sentir dolor o te da impresión el hecho de que se trabaje sobre tus dientes, la anestesia es una gran aliada que puede ayudar a relajarte durante la intervención.
Para que la anestesia tenga el efecto deseado es importante que el dentista tenga en cuenta cuál es la anestesia adecuada para ti y la forma en que la va a administrar. Hay diferentes tipos de anestesia disponibles - algunos más comunes que otros - y cada uno tiene sus propios beneficios y desventajas. Por ejemplo:
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La anestesia local consiste en adormecer una zona alrededor de donde se va a realizar el trabajo (por ejemplo, si te van a poner un empaste). Esto significa menos dolor, pero también menos consciencia durante el tratamiento; como la anestesia local no llega más allá de la zona donde las encías se unen con el hueso, las agujas o las vibraciones pueden resultar molestas durante los procedimientos de extracción.
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La anestesia general, por su parte, somete a la persona a un control total, de modo que ya no puede moverse mucho ni responder adecuadamente a las preguntas que se le formulen durante el tratamiento. Esto sólo tiene sentido cuando se realizan operaciones importantes, como la cirugía oral, que implica la extracción de todos los dientes y su posterior reconstrucción.
Los tratamientos dentales pueden ser molestos, pero no deberían ser dolorosos
La anestesia, como hemos mencionado antes, está disponible para todos los procedimientos dentales. Puedes elegir anestesia local (adormecimiento), sedación (somnolencia) o anestesia general (inconsciencia). La elección depende de si tu dentista te recomienda un tipo u otro basándose en su conocimiento de tu historial médico y tus preferencias personales.
La mayoría de los tratamientos dentales son rápidos y sencillos, aunque requieran de anestesia.
Si para tu tratamiento es necesario que estés bajo sedación o anestesia general, el anestesiólogo hará todo lo posible para asegurarse de que tienes una experiencia cómoda.
Si sientes dolor durante el tratamiento dental (aunque sea sólo un poco), dilo. Tu dentista debería poder ofrecerte algunas opciones para que te sientas más tranquilo.
Si tienes dolor durante el tratamiento dental, no te quedes callado.
Si tienes dolor durante el tratamiento dental, dilo. Es importante que te comuniques con tu dentista si algo te duele o te molesta. No tengas miedo de pedir al dentista que pare y se ocupe de cualquier problema antes de continuar con el resto del procedimiento.
Si el dolor persiste después de parar, pide medicación para que no empeore mientras esperas a que te pongan sedantes o anestesia (si es necesario). Si esas opciones no funcionan, pide otra opción: ¿quizá haya algo más que puedan probar antes de volver a pasar por todos estos pasos?
Conclusión
Esperamos que este artículo te haya resultado útil y te haya ayudado a comprender mejor cómo tratar el dolor dental. Si te preocupa tu propia experiencia o la de otra persona, recuerda: si sientes dolor mientras está en el sillón, ¡habla! Puede ser algo simple como un nervio expuesto o dolor de muelas causado por problemas de ATM. Sin embargo, hay muchas opciones disponibles para el tratamiento de tales problemas para que nadie tenga que sufrir a través de un procedimiento incómodo.